Uno
de los problemas medioambientales que afecta de forma severa a la biodiversidad
en los países occidentales es la pérdida de hábitats como consecuencia de la
presión que ejercen las actividades de origen humano sobre el medio.
En la Cornisa Cantábrica estas
acciones antrópicas inciden de manera significativa sobre hábitats que disponen de un pequeño porcentaje del territorio, pero que sin embargo alojan a seres vivos de gran importancia a la hora de contar con un medio ambiente sano y saludable. Es el caso de los hábitats ligados al agua dulce -hábitats palustres-, como lagunas y
charcas.
La
paulatina desaparición de charcas y balsas en esta región del Planeta está conllevando una reducción
dramática de las comunidades de seres vivos encargadas de la depuración del agua dulce continental. Por ello, construir charcas permanentes o estacionales -bajo las directrices de la Ecología Aplicada- en aquellos terrenos palustres a regenerar, constituye una intervención imprescindible.
Reconstruir el territorio para que aumente el volumen de captación de las cuencas, y facilitar que las nuevas láminas de agua sean recolonizadas por la fauna y flora propias de estos hábitats, es imprescindible para mejorar nuestra salud ambiental.
En esta línea de trabajo, TALAIA S.L. viene desarrollando proyectos de
construcción de charcas y de restauración ecológica de humedales en diferentes enclaves de la Cornisa
Cantábrica. Las labores ejercidas abarcan cualquiera de las fases de proyección y ejecución de las obras, incluyendo cuando es pertinente la dirección técnica de Redes de Voluntariado Ambiental como vía de participación social en la mejora ambiental del territorio.
En
todos los casos el objetivo final es la recuperación de la biodiversidad propia de los hábitats
dulceacuícolas. Se ha
perseguido siempre la mejora paisajística de los enclaves de intervención, trabajando por conseguir la mayor “naturalización“ posible en los mismos. Para ello, además de la excavación e impermeabilización de las cubetas en consonancia con el relieve y las condiciones ambientales de cada enclave, se plantan árboles y arbustos de las especies típicas de las saucedas y las alisedas, bosques potenciales de las zonas palustres y riparias en la región. Siempre se utilizan plantones producidos a partir de semillas de ejemplares silvestres sanos de la misma zona, para garantizar la supervivencia de la herencia genética mejor adaptada.
Los
censos y observaciones de campo llevadas a cabo en el conjunto de charcas reconstruidas, han
permitido comprobar que la satisfactoria implantación y desarrollo de
la cubierta vegetal lleva aparejada la reinstalación de la fauna palustre, encabezada por los anfibios, como indicadores de la existencia de una comunidad compleja y rica.
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Talaia SL. ha abordado la regeneración del entorno de la Vega de Urko (Sopela-Bizkaia).
Sobre 14.000 m2 de terrenos degradados en la confluencia de los arroyos Gobela, Lemotza y Saitu, en Larrabasterra (Sopela), se ha habilitado un espacio de uso público en torno a dos charcas de nueva creación, rodeado todo ello por sendas galerías de aliseda y robledal regenerados para albergar a los arroyos. |
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Los trabajos de excavación permitieron reperfilar el espacio de intervención,
abriendo dos charcas y levantando un vial de trazado sinuoso a través de la parcela. |
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Aspecto de una de las cubetas tras la excavación. |
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Proceso de impermeabilización de la cubeta mediante
la cubrición del terreno con membrana de caucho EPDM sobre capa de arena |
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Sobre la capa de EPDM se colocó una lámina de geotextil. |
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Por último, el fondo de cada cubeta se cubrió con una capa de tierra arcillosa, para facilitar la recolonización de la flora y fauna palustres. |
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Aspecto de la charca una vez concluida su construcción y con la cubeta llena de agua proveniente de los aportes de lluvias y escorrentía. |
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Ya desde el primer invierno la charca fue frecuentada por anátidas y otras especies de aves. |
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En torno a las charcas la explanada fue sembrada con una mezcla de herbáceas autóctonas adecuada para praderas encharcadizas. |
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La mejora paisajística se evidenció tan pronto finalizaron las obras de acondicionamiento y plantación. |
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La pradera se gestiona siguiendo turnos de siega por zonas de forma que haya una porción importante de la misma en la que las herbáceas puedan cerrar sus ciclos de floración y fructificación, y con ellas la fauna de macro y microinvetebrados. |
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En la primera primavera ya se pudo constatar la reproducción del tritón palmeado (Lissotriton helveticus) |
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En los extremos norte y sur de la parcela de intervención se plantaron robles pedunculados (Quercus robur) de porte alto para generar en el futuro zonas sombreadas de uso público más intenso. |
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En torno a los dos arroyos que rodean la zona se plantaron galerías de las especies arbóreas y arbustivas típicas de la aliseda acompañadas de una banda paralela y contigua de las del robledal. Los plantones oscilaban en alturas de entre uno y dos metros, la mayoría de dos a tres savias de edad y se colocaron sin orden geométrico en alta densidad, aproximadamente una planta por metro cuadrado. |
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En el paraje conocido como La Balsa (Ortuella) se vienen llevando a cabo desde 2009 diversos trabajos de regeneración ecológica del enclave con la participación de la Red de Voluntariado Ambiental Plural/Anitzak del municipio.
Este conjunto de intervenciones ha contado con la financiación del Ayuntamiento de Ortuella, la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno Vasco.
Talaia SL desempeña aquí las funciones de dirección técnica y coordinación, ademas de aportar la planta autóctona de sus viveros. |
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En la Balsa se ha construido una charca y en torno a ella se ha instaurado una sauceda.
En la imagen, integrantes de la Red de Voluntariado Ambiental excavan la cubeta durante una de las jornadas de participación popular. |
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Para impermeabilizar la charca se cubrió la cubeta con una lámina de plástico sobre capa de papel de periódico. |
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Para facilitar la naturalización y facilitar el asentamiento de las comunidades de seres vivos dulceacuícolas, se cubrió el plástico con manta de fibra de coco. |
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Por encima de la manta se extendió una capa de tierra vegetal. |
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Plantación de estaquillas de bardaguera (Salix atrocinerea) en torno a la charca
para la instauración de una sauceda. |
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En torno a la charca y sauceda se levantó un cierre de malla ganadera para proteger el enclave del ataque del ganado. En la imagen, el Voluntariado Ambiental realiza una plantación en la sauceda. |
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Aspecto de la charca tras un año de su construcción. |
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Aspecto de la charca transcurridos dos años de su construcción.
El proceso de naturalización y asentamiento de las comunidades dulceacuícolas avanza de manera satisfactoria. |
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Transcurridos cinco años la sauceda muestra en excelente arraigo y crecimiento. |
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Tras la intervención La Balsa ha mejorado notablemente en calidad paisajística y biodiversidad. |
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Varias especies de anfibios crían en la charca de La Balsa (Ortuella). Larvas de tritón palmeado (Lissotriton helveticus) |
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Construción de una charca en el paraje de La Navarra (Abanto-Zierbena).
Proyecto financiado por el Ayuntamiento de Abanto-Zierbena. |
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Aspecto de la charca de La Navarra tres años después de su construcción. |
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En los lindes de la Vía Verde La Galdamesa, TALAIA SL ha dirigido y coordinado a la Red de Voluntariado Ambiental KIMA BERDEA de Abanto-Zierbena en la creación de una charca. |
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Tras la excavación y cubrición de la cubeta con plástico, se extendió una cubierta de tierra vegetal sobre la misma. |
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Para canalizar las escorrentías hacia la charca, se dotó a la misma de un canal colector desde el arroyo inmediato. |
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Un técnico de Talaia y un grupo de voluntarios y voluntarias observan la fauna que ha colonizado la charca. |
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Aspecto primaveral e la charca construida en la Vía Verde La Galdamesa (Abanto-Zierbena). |
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Un año después de su construcción, la charca ya había sido colonizada por anfibios. En la imagen un macho de tritón jaspeado (Triturus marmoratus) localizado en el enclave de intervención. |
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Construcción de otra charca en la Vía Verde La Galdamesa, proyecto financiado por el Ayuntamiento de Abanto-Zierbena (Bizkaia).
En este caso se excavó la cubeta aprovechando el espacio entre la plantaforma de la antigua vía ferroviaria y la ladera; los taludes se reforzaron con troncos de sauce (Salix atrocinerea) y alrededor se plantaron alisos (Alnus glutinosa) y varias de las especies de arbustos características de su serie. Abajo, aspecto de la plantación transcurridos cinco años. |
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